jueves, 1 de junio de 2017

Que es la resiliencia ?

La resiliencia  se puede definir  como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas (Grotber, 1995), es importante para el estudio de la resiliencia comprender el proceso de enfrentamiento que  se presenta frente a las adversidades, las forma como se dinamiza la superación de las dificultades y la transformación que se genera en la construcción de respuestas  resilientes. (Andrade, 2011).
En medio del dolor de la tragedia del desplazamiento se puede ubicar en las voces y vivencias de las víctimas del conflicto, experiencias de familias que luego de vivenciar los avatares de la violencia,  ha logrado generar respuestas resilientes frente al desplazamiento y sus efectos desestabilizadores, el concepto de resiliencia se convierte en un punto de anclaje clave para comprender estas experiencias.
Los primeros estudios internacionales sobre la resiliencia estaban enfocados en niños y niñas, quienes se desarrollaban en contextos de vulnerabilidad psicosocial y aun así contradecían las exceptivas de presentar trastornos mentales pese variable  adversas que se presentaban en su entorno (Masten, 2001) las primeras hipótesis sobre la  resiliencia la vinculaban a invulnerabilidad (Rutter, 1993) luego se reconoce que en la resiliencia responde a factores de tipo subjetivo y por consiguiente puede promoverse (Infante, 2005)
Las conceptualizaciones sobre la resiliencia se pueden agrupar en cuatro grandes bloques (Garcia, 2013):
Las definiciones que apuntan a la comprensión de la resiliencia desde la adaptabilidad del sujeto a las circunstancias vivenciadas en el pasado y el presente (Wenner, 1992);  las definiciones de resiliencia que están enfocadas a las capacidades o habilidades de las personas (Grotberg, 1995); aquellas que hacen énfasis en los factores internos y externos que  propician la resiliencia (Vanistendael, 2003) y las definiciones  de resiliencia que apunta tanto a la adaptación como al proceso mismo (Luthar, 2006).
Es de esta forma que no existe una  única definición de resiliencia y esta puede tomar diversos matices de acuerdo a los autores: Se señalan definiciones que resaltan sus aspectos biológicos: La resiliencia es un proceso dinámico, constructivo, de origen interactivo, sociocultural que conduce a la optimización de los recursos humanos y permite sobreponerse a las situaciones adversas. Se manifiesta en distintos niveles del desarrollo, biológico, neurofisiológico y endocrino en respuesta a los estímulos ambientales. (Kotliarenco, 2011);  Otras definiciones resaltan las capacidades individuales para resolver situaciones que requieren respuesta con entereza: La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas. (Yturralde, 2006) . Uno de los autores que presenta mayor citación en el momento de definir este concepto es Grotber, el define la resiliencia como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas, entre sus propuestas teóricas se resalta el trabajo que realiza para comprender la resiliencia tanto en niño y como también en adolescentes (Grotberg, 1995)
Existen diversos autores que categorizado o delimitado a las herramientas   de personas resilientes, un ejemplo de esto se encuentra en  Fernández-Abascal (Fernández-Abascal, 2009) quien señala: Sentido de la autoestima fuerte y flexible, Independencia de pensamiento y de acción, Habilidad para dar y recibir en las relaciones con los demás, Alto grado de disciplina y de sentido de la responsabilidad. Reconocimiento y desarrollo de sus propias capacidades, Una mente abierta y receptiva a nuevas idea, disposición para soñar, Gran variedad de intereses, Un refinado sentido del humor, La percepción de sus propios sentimientos y de los sentimientos de los demás, Capacidad para comunicar estos sentimientos y de manera adecuada, Una gran tolerancia al sufrimiento, Capacidad de concentración, Las experiencias personales son interpretadas con un sentido de esperanza, Capacidad de afrontamiento, Apoyo social
El estudio de la resiliencia implica el  reconocimiento de los factores de riesgo; las condiciones de vulnerabilidad  y los mecanismos de protección que presentan las personas o grupos que desarrollan respuestas resilientes.
Cuando se reconocen los recursos que tienen las familias para superar eventos como el desplazamiento forzado, nos remitimos al concepto de resiliencia familiar. (Walsh, 2005). Este abordaje de la forma como los individuos y familias afrontan los efectos de la violencia social, responde comprender el fenómeno desde las habilidades y destrezas que tienen los sujetos y no solo desde su déficit y coloca como meta la promoción de estas dinámicas en aquellos que han sido afectados por este tipo de eventos. En esta mirada es importante el reconocimiento de los factores protectores que presentan las familias frente a eventos  estresores o traumáticos (Yunes, 2003).  Los estudios en resiliencia familiar  estaban asociados a la comprensión de como las familias generan respuestas frente a momentos críticos (McCubbin, 2002) y en las herramientas y esfuerzos con los que cuentan para enfrentar la adversidad (Hawley, 1996).
Walsh (Walsh, 2005) señala en el estudio de las familias resilientes  la importancia de abordar su sistema de creencias, estos son organizadores del sistema familiar, permiten señalar lugares y límites de los integrantes de la familia,  en su construcción interviene el discurso del medio social.  El sistema de creencias permite que las familias construyan un sentido a partir de la adversidad e implican las dimensiones de trascendencia y espiritualidad que caracteriza la familia.
Un segundo aspecto que señala este autor  son los patrones de organización familiar,  señalados por los recursos económicos y sociales con los que cuenta la familia, cumplen una importante función en la forma como la familia enfrenta las crisis o experiencias que alteran su funcionamiento.
El tercer aspecto  es señalado por la comunicación, descrita como la capacidad que tienen los integrantes de la familia en expresar y negociar sus necesidades, Walsh señala como la resolución colaborativa de los problemas, la expresión emocional abierta  y la claridad de esta comunicación, son aspectos importantes para su estudio. (Walsh, 2005).

Para que se construya la resiliencia es importante que al menos uno de los adultos logre una re significación de la vivencia en forma positiva, esto luego la movilización a otros miembros de la familia. De igual forma se requiere que surjan algunos acuerdos mínimos en la organización cotidiana de la familia como normas de convivencia, disciplina para los niños, construcción de valores (Walsh, 2004)

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